Este noviembre, Argentina será sede del Congreso Agua y Desarrollo, organizado por la Asociación Internacional del Agua (IWA), un evento que atraerá a destacados expertos en la materia de todo el mundo. Creemos que un evento de esta magnitud es una gran oportunidad para mostrarle al mundo que nuestro país realmente ha cambiado su perspectiva sobre cómo enfrentar los desafíos del agua.
Cuando Argentina fue sede del último congreso de la Asociación Internacional del Agua realizado en América Latina en 1999, el país atravesaba una profunda recesión. La tasa de desempleo fue del 14,3% y la tasa de pobreza se elevó al 26,7%. Ese escenario fue el preludio de la peor crisis económica, política y social de nuestra historia. Si bien el país ha experimentado desde entonces importantes transformaciones que han superado la crisis política, aún hoy, la reducción de la pobreza en el país y el logro de un crecimiento económico sostenido siguen siendo asignaturas pendientes.
En pleno siglo XXI, todavía 7 millones de argentinos no tienen acceso a agua potable limpia y cerca de 20 millones no tienen servicio de alcantarillado. Estos números nos muestran los desafíos que debemos enfrentar como país. Por eso, el presidente Mauricio Macri ha desarrollado un ambicioso Plan Nacional del Agua, con el objetivo de posicionar los recursos hídricos como un factor clave para el desarrollo sostenible del país. Uno de los principales objetivos establecidos en el Plan es lograr que el 100% de los argentinos tenga acceso a agua potable y que casi el 75% cuente con cobertura de saneamiento.
El Plan Nacional del Agua define cuatro componentes principales de la política del agua como son: suministro de agua limpia y saneamiento, donde la meta es alcanzar el 100% del suministro de agua segura y casi el 75% del saneamiento; infraestructura hídrica polivalente a gran escala y biomasa; uso del agua para la producción, principalmente incrementando el uso inteligente de Asociaciones Público-Privadas para ampliar la frontera agrícola, permitiendo un desarrollo industrial limpio y fomentando el turismo; Gestión adaptable del agua y políticas para hacer frente al cambio climático y la variabilidad.
Creemos que es nuestro trabajo asegurar que todas las personas que viven en Argentina tengan acceso a los servicios de agua potable y saneamiento, así como construir represas de usos múltiples para la generación de energía y el uso de agua para la industria, con el fin de aumentar el nivel de producción agrícola. Asimismo, es importante realizar obras de infraestructura hídrica para mitigar el impacto de inundaciones y sequías, algo que no se ha hecho en muchos años.
El presidente Mauricio Macri se ha propuesto 3 objetivos principales a alcanzar en su mandato: combatir el narcotráfico, reducir la pobreza y unir a los argentinos. Si logramos desarrollar el Plan Nacional del Agua de manera eficaz y responsable, con la planificación y preparación que se requiere, tendremos un impacto positivo en nuestro país. De hecho, cuando se proporcione, el acceso a agua limpia y saneamiento nos ayudará a reducir la pobreza, tendrá un efecto en la salud, incluso en los objetivos energéticos, y contribuirá al bienestar de la población a gran escala.
El Congreso será una gran oportunidad para interactuar con especialistas de todo el mundo, conocer sus experiencias y establecer lazos profesionales. Creemos que a través del intercambio de conocimientos, soluciones e ideas podremos fortalecer nuestras capacidades, siguiendo una de las premisas del Plan Nacional del Agua: más información, mejores decisiones.