Desde 1990, 2100 millones de personas más en todo el mundo obtuvieron acceso a un saneamiento mejorado y, en la actualidad, el 91 % de la población mundial utiliza fuentes mejoradas de agua potable. Sin embargo, aquellos que tienen acceso a los Servicios de Agua y Saneamiento (WSS) a menudo tienen que hacer frente a la mala calidad del servicio, incluidos los suministros intermitentes. Por lo tanto, mientras que los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) se centraron predominantemente en el acceso y la prestación de infraestructura, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) marcaron el comienzo de un cambio de paradigma para centrarse en la sostenibilidad y la prestación de servicios, estableciendo expectativas más altas y más amplias.
A nivel mundial, 4500 millones y 2500 millones de personas carecen de acceso a servicios de saneamiento y agua potable gestionados de forma segura, respectivamente. La necesidad de avanzar en los ODS es significativamente pronunciada en América Latina, donde solo el 65% y el 22% de la población disfruta de acceso a agua y saneamiento gestionados de manera segura, respectivamente.
Además del ODS 6 (el ODS del agua), la gestión del agua es fundamental para el éxito de la mayoría de los ODS. Sin embargo, la creciente vulnerabilidad al cambio climático; presiones demográficas cada vez mayores; y el aumento de la fragilidad, son solo algunas de las mayores amenazas inminentes para su logro. Para 2030, se espera que la demanda mundial de agua supere la oferta en un 40% y el saneamiento inadecuado agota aún más los recursos hídricos que ya están disminuyendo. En algunos casos, las tasas de crecimiento podrían disminuir hasta en un 6 % del PIB para 2050 como resultado de las pérdidas relacionadas con el agua.
Estos desafíos interdependientes exacerban las presiones primordiales sobre los recursos financieros limitados. Se ha estimado que solo las metas 6.1 y 6.2 de los ODS cuestan USD 112 000 millones por año (que van desde USD 74 000 millones a USD 166 000 millones). Más del 80 % de los países informan que la financiación es insuficiente para alcanzar las metas de los ODS, a pesar de los aumentos promedio del 4,9 % en los presupuestos nacionales de WASH. Además, el nivel máximo de Financiación Oficial para el Desarrollo en el sector del agua alcanzó los 18 000 millones de USD en 2014, lo que sugiere que los compromisos de ayuda no pueden cubrir suficientemente las necesidades de inversión.
Se necesita un fuerte liderazgo político
La obtención de recursos financieros adicionales es inevitable. Por lo tanto, un fuerte liderazgo político para llevar a cabo intervenciones en todo el sector que mejoren la gobernanza y creen capacidad técnica y administrativa a escala será esencial para mejorar la solvencia, una condición previa fundamental para permitir el acceso a las fuentes financieras comerciales necesarias. La solvencia depende de la capacidad de las empresas de servicios públicos para maximizar las ganancias de eficiencia técnica y financiera. Históricamente, los gobiernos han subsidiado los servicios de WSS en lugar de promover tarifas de recuperación de costos para garantizar la asequibilidad.
Sin embargo, las tarifas de recuperación de costos pueden aliviar las presiones sobre los fondos públicos y permitir políticas mejor dirigidas a los pobres, además de financiar funciones públicas críticas, como la planificación, la regulación, el desarrollo de capacidades y el monitoreo. Además, al apoyar las políticas, los marcos institucionales y regulatorios correctos, los gobiernos pueden incentivar a los proveedores de servicios a mejorar la eficiencia operativa y comercial, lo que lleva a una mayor sostenibilidad del servicio y una mayor credibilidad de los proveedores de servicios.
Acceder a la financiación comercial requiere un enfoque personalizado, progresivo y estratégico. El Banco Mundial está adoptando un enfoque que utiliza de manera efectiva mejoras crediticias, como garantías, y combina fondos públicos y concesionales con financiamiento privado para adaptarse a las limitaciones de asequibilidad del financiamiento comercial. En este sentido, existe una gran cantidad de opciones de ‘financiamiento combinado’ que pueden aprovechar el financiamiento comercial para respaldar la infraestructura relacionada con el agua. Las valiosas finanzas públicas se pueden utilizar junto con fondos concesionales, y además respaldadas por mejoras crediticias, para asegurar la financiación comercial interna.
La financiación basada en resultados a través de subvenciones y subsidios puede respaldar la extensión del acceso, por ejemplo, o la asistencia técnica y el desarrollo de capacidades para ayudar a estructurar posibles transacciones. La financiación concesional se puede combinar con la financiación comercial nacional y la ingeniería financiera, a través de una multitud de estructuras que pueden apoyar a los inversores. Finalmente, mejoras crediticias en forma de garantías o intercepciones de ingresos que permiten compartir el riesgo, extender el plazo o agregar seguridad para los inversionistas potenciales.
Maximizar la financiación para el desarrollo aprovechando los recursos financieros privados
Reconociendo que los gobiernos no pueden adoptar de inmediato este cambio de paradigma hacia el financiamiento comercial, el Banco Mundial ha desarrollado un enfoque por etapas para brindar apoyo personalizado y efectivo a los países clientes. Este enfoque tiene como objetivo maximizar la financiación para el desarrollo aprovechando los recursos financieros privados, optimizando el uso eficiente de los recursos públicos al tiempo que promueve la buena gobernanza y asegura la sostenibilidad ambiental y social.
Cuando el financiamiento comercial no sea rentable debido a los riesgos percibidos o fallas del mercado, el apoyo del Banco Mundial se centrará en fortalecer las políticas, instituciones y regulaciones nacionales y sectoriales para abordar estas fallas del mercado y desarrollar un entorno propicio para el sector privado; donde los riesgos siguen siendo altos y elevan el costo del capital comercial, se explorarán opciones para reducir el costo de financiamiento a través de instrumentos de riesgo compartido; y cuando el financiamiento comercial no sea rentable o viable a pesar de la reforma del sector y la mitigación de riesgos, se aplicarán recursos públicos y concesionales.
Las experiencias demuestran la viabilidad de este enfoque para lograr el impacto necesario. La experiencia de Colombia resultó exitosa en el desarrollo de mercados crediticios locales. Se estableció una institución crediticia de segundo piso (FINDETER) para proporcionar a los bancos comerciales capital crediticio para ofrecer a los prestatarios municipales a tasas de descuento. Para 2014, las inversiones en APy representaron aproximadamente el 28% de los desembolsos totales de FINDETER.
En última instancia, garantizar un futuro sostenible para todos requiere un compromiso mundial para maximizar la financiación para el desarrollo, un esfuerzo por el que el Banco Mundial está dispuesto a esforzarse junto con sus socios.
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Guangzhe Chendirector sénior, Water Global Practice, The World Bank, será un orador principal en la Congreso y Exposición Agua y Desarrollo 2017 en Buenos Aires, Argentina (13-16 noviembre, 2017)